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¿Cuántas calorías contiene el aceite de oliva y por qué ayuda a adelgazar?

Más que un régimen alimentario, la dieta mediterránea es una filosofía, un estilo de vida. «Cuando comemos en compañía, consumimos menos cantidad y elegimos alimentos con menos calorías y de mejor calidad, comer se transforma en una celebración», ha afirmado Simon Poole en una entrevista para Consumer. La suya no es una opinión cualquiera. Pero ni siquiera este médico y defensor del AOVE, miembro de la Asociación Médica Británica y autor del libro The Olive Oil Diet, ha logrado restar importancia a las calorías del aceite de oliva —que las tiene pero benéficas.

Porque las calorías del aceite de oliva virgen extra preocupan —y mucho— a una parte de los consumidores: deportistas, personas con sobrepeso o que simplemente desean librarse de «esos kilitos de más». Sin embargo, para ninguno de ellos es perjudicial el contenido calórico del aceite de oliva, ya sea normal, virgen o virgen extra.

¿Cuántas calorias aporta el aceite de oliva?

El aceite de oliva, crudo o frito, aporta 8 kilocalorías por cada mililitro. Considerando que una cucharada sopera ronda los 15 ml, las calorías del aceite de oliva en una cucharada equivalen a 120-150 kcal, un aporte sensiblemente mayor en comparación con los de la miel (64 kcal) o la leche (62 kcal).

Pero este superior aporte calórico está lejos de ser una amenaza para la salud, ni siquiera para los ‘maníacos’ de la báscula. El problema reside no en las calorías, sino en la negativa percepción de las calorías. Un ser humano quema entre 1.500 y 2.500 kcal al día en función de su género, actividad física, etcétera, y ese «combustible» perdido debe recuperarse a través de la alimentación, siempre saludable, moderada y provista de calorías benéficas.

¿Por qué las calorías del aceite de oliva son «buenas»?

Las calorías están presentes en prácticamente todos los alimentos y bebidas. Sin embargo, no todos aportan el mismo contenido de nutrientes. Las calorías de un azucarillo, por ejemplo, ascienden a 387 por cada 100 gramos, pero se las considera «calorías vacías» por su nulo valor nutricional.

Las calorías del aceite de oliva virgen extra llevan aparejadas más de 150 componentes saludables. Las grasas insaturadas, ampliamente consideradas como benéficas, integran al menos el 90% de su contenido, que casi en su totalidad lo forman lípidos saponificables (98%). A este primer grupo de lípidos pertenecen los famosos triglicéridos, fosfolípidos y ácidos grasos.

Los lípidos insapoificable, por su parte, son minoritarios pero de gran valor: hidrocarburos, alcoholes y esteroles, estos últimos fundamentales para reducir el colesterol. Con la ingesta de las calorías del aceite de oliva se asimilan, además, polifenoles como el hidroxitirosol, uno de los antioxidantes más poderosos, ampliamente utilizado como antiinflamatorio y anticancerígeno, siendo eficaz contra las enfermedades neurodegenerativas, así reconocido por un estudio publicado en Pharmacological Research.

A este cóctel de propiedades saludables se suman el oleocantal, un antiinflamatorio natural que ha demostrado ser útil contra las enfermedades cardiovasculares, y las vitaminas A, D, E y K, de consabidas cualidades beneficiosas para la salud humana.

Es delicioso, saludable y ¿engorda? No, el aceite de oliva adelgaza

Aceite de oliva, todo mal quita…, ¿incluso el sobrepeso? Rara vez el refranero se equivoca, y tampoco en esta cita la ciencia ha encontrado una palabra fuera de lugar. Porque adelgazar con aceite de oliva es posible. Así lo demuestra un estudio de Nutrimedia acerca del impacto de una dieta light (que incluya este aceite vegetal) en el peso corporal.

«Las evidencias científicas analizadas muestran que es probable que el consumo de aceite de oliva, en comparación con el consumo de otros aceites o grasas, reduzca el peso», aseguró Darío López Gallegos, miembro de Nutrimedia, perteneciente al proyecto del Observatorio Científico de la Universidad Pompeu Fabra.

Otro estudio de la Universidad de Navarra, publicado en The Lancet, llega a idénticas conclusiones. Su investigación se enfocó en los efectos del régimen mediterráneo, combinado con aceite de oliva, en el adelgazamiento, resolviendo que «productos altos en grasas como la comida rápida, la mantequilla o los embutidos resultan muy perjudiciales, pero en el caso del aceite de oliva o los frutos secos, se trata de grasas ‘buenas’ que no sólo no interfieren en la pérdida de peso, sino que benefician a la salud».

Acompañado de una dieta sana, bajar de peso con aceite de oliva virgen es una excelente práctica, mil veces avalada por expertos nutricionistas. Se desmitifica así que este aceite milenario engorde.